—Un año después de la filtración de los Papeles de Panamá, cuando ya los flashes no apuntan con la misma intensidad a su país ¿qué ha cambiado?,
Los mal llamados ‘Panamá Papers’ (Papeles de Panamá) generaron un gran nivel de sensacionalismo y afectaron la reputación de Panamá, aun cuando el 80% de las sociedades a las que se refieren no fueron incorporadas en Panamá y estaban sujetas a regulaciones distintas. La actuación de un solo proveedor (Mossack Fonseca) no debería definir a todo un país. Los ‘Panama Papers’ se publicaron cuando el Gobierno nacional estaba implementando una estrategia de país enfocada a cumplir con las expectativas internacionales en materia de cooperación internacional y lucha contra la criminalidad. Por ello, no tuvieron como resultado un cambio en la hoja de ruta panameña.
—¿Cuál es la situación del bufete Mossack Fonseca?
En cuanto a la situación de Mossack Fonseca, no puedo opinar porque la desconozco. Sin duda, las publicaciones han tenido un impacto adverso para ellos y tendrán que responder ante las autoridades de los distintos países donde prestaban sus servicios, si hicieron algo indebido.
—¿Se ha incrementado el control a quienes se dedican al registro de offshores?
Panamá ha adoptado (una) legislación en materia de conocer al cliente, no solo para la prestación de servicios relacionados con la incorporación y administración de sociedades, sino a 11 industrias no financieras adicionales, como parte de su esfuerzo por mantener competitividad en un ambiente de negocios cambiante y donde se exige cada vez mayor cuidado. Esto no es consecuencia de los ‘Panamá Papers’, sino del desarrollo de una hoja de ruta ya trazada.
—¿Cómo se está resolviendo el hecho de que bufetes o consorcios utilizaban a 'hombres o mujeres de paja' como parte de sus servicios en el entramado offshore? Estas personas terminan siendo la única 'cara visible' de empresas cuyos beneficiarios finales no conocen a qué se dedican.
La prestación de servicios de directores profesionales es una actividad legítima en Panamá y en muchos países del mundo. Existen muchas razones legales y legítimas por las que ciertas personas prefieren o necesitan proteger su privacidad. No debe ser ajeno a usted que en muchos de nuestros países existe riesgo de secuestros que ponen en peligro la vida de empresarios y de sus familias; riesgo de persecuciones políticas; riesgo de inestabilidad económica, etc. La prestación de este servicio no excluye la obligación del agente residente o del banco u otros prestadores de servicios, de conocer la identidad de los últimos beneficiarios de las entidades y poner tal información a disposición de las autoridades competentes, ya sea a requerimiento de estas o cuando constituyan actividades sospechosas de la comisión de una conducta indebida.
—Las estadísticas publicadas en el Registro Público de Panamá muestran una reducción considerable en la constitución de sociedades offshore entre 2016 y 2017, en comparación a los años previos a la filtración de los Papeles de Panamá ¿Qué lectura le da a esta situación?
Ese es un patrón constante en todas las jurisdicciones que prestan servicios corporativos a la comunidad internacional por razón de los cambios en los estándares internacionales implementados en los últimos años. Es parte de la evolución natural, como en muchos otros campos.
—¿ Colabora Panamá con el intercambio de información bancaria con otros países?
La República de Panamá ha manifestado públicamente que cooperará en todas las investigaciones que se le requiera, en la medida que las solicitudes sean hechas por los canales adecuados y en cumplimiento de la legislación vigente.
—Pero, tiene su cuota de responsabilidad...
¡Por supuesto! Todo país que preste servicios corporativos debe asumir su cuota de responsabilidad para minimizar el riesgo de que sus sistemas sean mal utilizados; sin embargo, la responsabilidad principal de la comisión de una conducta reprochable no es del país de incorporación de la sociedad, sino de las personas que mal utilizan la herramienta para un fin ilegítimo. Los ‘Panamá Papers’ de alguna manera han creado la percepción equivocada de que los proveedores de servicios panameños han hecho algo incorrecto, pese a que se basaron en un solo proveedor de sociedades. Se dejó fuera del escrutinio a todos los bancos a escala internacional que eran los clientes de MF (Mossack Fonseca) y se pretendió poner más responsabilidad a Panamá que a quienes realmente desarrollaron conductas indebidas.
—¿Cree que el escándalo por los Papeles de Panamá tocó el orgullo panameño?
Panamá no es definido por los ‘Panamá Papers’. Tenemos la economía más próspera de América, un país políticamente estable y seguro. Las principales multinacionales, con presencia regional, tienen sus operaciones en Panamá. Con todos esos hechos como realidades, no tenemos por qué ver afectado nuestro orgullo. Nos sentimos defraudados de que el sensacionalismo periodístico haya optado por poner como nombre ‘Panamá Papers’ a un escándalo mediático internacional.
—¿El escándalo de los Papeles de Panamá tocó el orgullo nacionalista de Panamá?
Panamá no ha creado un sistema para fomentar que ninguna persona incumpla con sus obligaciones en su país de origen; sin embargo, quizá es importante reflexionar sobre las cargas impositivas, un mejor manejo de la cosa pública, menos corrupción o reducción de los gastos estatales. Serían acciones correctas que evitarían la evasión fiscal en muchos de los países que hoy simplistamente señalan a países como Panamá como la causa de sus problemas.
¿Es posible que Panamá, en un futuro, llegue a levantar el secreto bancario?
Panamá es un país de renta territorial porque es el sistema que más se ajusta a las necesidades del país. Tenemos una población pequeña, pocos panameños se van a vivir fuera y un sistema fiscal simple que cubre nuestras necesidades y es justo con los contribuyentes. Administrar un sistema de renta mundial quizás costaría más que lo que se generaría en recaudos adicionales.
Cada país tiene ventajas competitivas distintas. El mundo no es muy homogéneo. Algunos tienen recursos minerales, otros tienen petróleo, otros tienen grandes extensiones de terreno cultivable; otros, tienen mano de obra muy barata y así cada quien ha desarrollado sus ventajas competitivas de maneras distintas. Panamá ha desarrollado una plataforma de servicios internacionales para su uso legítimo. No me queda claro por qué ello constituye competencia desleal. Panamá no se queja de no tener a su disposición lo que otros países sí tienen y tampoco no ha creado un sistema para fomentar que ninguna persona incumpla con sus obligaciones en su país de origen. Sin embargo, quizá es importante reflexionar sobre las cargas impositivas razonables, un mejor manejo de la cosa pública, menos corrupción o reducción de los gastos estatales, serían acciones correctas que evitarían la evasión fiscal en muchos de los países del mundo que hoy simplistamente señalan a países como Panamá como la causa de sus problemas.
PERFIL | Gian Castillero nació Panamá. Se licenció en Derecho y Ciencias Políticas en 1994 y se especializó en Derecho Comercial y Corporativo en la Universidad de Londres. En la capital del Reino Unido ejerció la abogacía en la firma jurídica Arifa (Arias, Fabrega & Fabrega) desde 1994 hasta 2000, en 2008 se hizo socio. Hasta mediados de 2017 fue consejero del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, para temas relacionados con la Plataforma de Servicios Internacionales de este país. En septiembre Varela lo designó director del Banco Nacional de Panamá. También es presidente de la Asociación de Abogados Internacionales de Panamá desde 2009.